Hay dos formas distintas de enfocar un viaje: por placer o por negocios. Y en cada caso hay que prestar más o menos atención a cómo hacer la maleta. Cuando te vas de vacaciones puedes permitirte el lujo de llevar la ropa hecha un guiñapo, porque al fin y al cabo vas a desconectar y a ir a tu bola. Sin embargo, cuando emprendes un viaje por asuntos de trabajo, tienes que ir como un pincel, ya que tu imagen va a representar a tu proyecto o empresa.
Cada año los españoles realizan más de 15 millones de desplazamientos por cuestiones de negocios, con una media de duración entre los 3 y los 7 días. Planificar el equipaje para acudir a comidas, reuniones, etc., no es un asunto baladí. Saber trucos para hacer una maleta y que la ropa no se arrugue puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
A continuación, vamos a decir cómo organizar una maleta de forma que tu vestuario llegue como recién salido de la tienda.
Cómo organizar una maleta
Lo primero que hay que hacer antes de iniciar un viaje de negocios es planificarlo. Hay que conocer cuál es el destino y cuáles son las condiciones meteorológicas previstas. Dependiendo de la época del año, hay que potenciar la presencia de la ropa adecuada a la estación, sin olvidar que siempre puede haber imprevistos. También es importante saber cuál es la agenda, si va a ser más o menos formal, con asistencia a cócteles, comidas y cenas, reuniones en oficinas y despachos, etc. Hay que elegir las vestimentas que más se adecúen.
Ropa básica para un viaje de negocios de varios días
Cuando vas a hacer una maleta de viaje para una semana, o al menos para unos cuantos días, es recomendable llevar trajes de color azul marino, los más habituales para los negocios por la facilidad que tienen de combinar con camisas azules y blancas, además de alguna otra chaqueta americana de tipo más informal. Procura no llevar prendas de seda o de lino, son muy elegantes pero se arrugan con suma facilidad.
Cómo hacer la maleta sin arrugas
Una de las cosas más importantes para evitar que tu ropa se arrugue en la maleta es el orden en el que la introduzcas. En primer lugar, mete tus zapatos en el interior de bolsas de tela. Puedes aprovechar esas bolsas también para introducir gemelos, pulseras, relojes o cualquier ornamento que vayas a llevar.
En segundo lugar, mete el neceser con tus artículos de higiene, a ser posible envuelto en plástico, para evitar el peligro de posibles derrames sobre tu ropa.
Seguidamente, coloca las prendas que menos se vayan a arrugar, como tus cinturones y tus pantalones. Que estos vayan lo más estirados posible.
A continuación, es el momento de introducir las prendas que más quebraderos de cabeza nos dan en cuestión de arrugas: las camisas. No hagas con ellas varios pliegues, mejor estíralas en la cama y dobla sus mangas hacia la parte de dentro, de forma que quede con una forma rectangular. Una vez hayas hecho esto, dale la vuelta y pósalas sobre la maleta.
Si cuando llegues a tu destino las camisas presentan, después de todo, algunas arrugas, cuélgalas en perchas en el baño de la habitación del hotel y abre el agua caliente. El vapor de agua que genere las alisará.
Todo consiste en tener algo de previsión y paciencia a la hora de preparar el equipaje. Y, en el peor de los casos, siempre puedes llamar al servicio de tintorería del hotel, aunque siempre es preferible ahorrar.