Los chalecos de hombre son unas de las prendas básicas masculinas más exitosas de todos los tiempos, existiendo fuentes que hablan de su gran éxito entre los varones de las sociedades europeas en tiempos tan antiguos como el siglo XII. Su uso se extendía por toda la sociedad estamental de aquella época, desde el campesinado hasta la nobleza y el clero. Lo comodidad de un chaleco de hombre a nadie dejaba indiferente, tanto entonces como ahora.

Ya en los primeros tiempos posteriores a la Revolución Industrial, a principios del siglo XIX, el chaleco de hombre empezó a formar una parte fundamental del traje más canónico, el traje de tres piezas, que aún a día de hoy sigue siendo el traje por antonomasia. Fue entonces cuando el chaleco de hombre pasó de ser una prenda de vestir a convertirse en una auténtica institución. Ningún caballero que se preciara podía ir sin uno en el que poder guardar sus maravillosos relojes de bolsillo.

Tras ciertos altibajos de popularidad durante el siglo XX, con bastantes épocas de decadencia y muy pocas y efímeras de auge, el chaleco de hombre ha vuelto para tomar al asalto el siglo XXI. Y parece que esta vez no se va a andar con chiquitas; vuelve para quedarse, en una sociedad que ya no es estamental ni clasista, con la intención de infiltrarse en todos los looks, desde los más clásicos hasta los más modernos y juveniles.

Cómo lucir un chaleco clásico de hombre

Un chaleco de hombre es una prenda mágica, capaz de transformar cualquier conjunto en algo retrospectivo, elegante e incluso vintage.

Desde dos hasta seis botones puede lucir un chaleco de hombre. Cuando su número sea superior a 3 es recomendable dejar abierto el último.

Las reglas para llevar con estilo un chaleco de hombre son muy simples. Únicamente hay que evitar cometer una serie de errores, como los que te mostramos a continuación:

  • No usar chalecos de hombre con pantalones cortos o bermudas. No, por favor. Nunca.
  • No combinar jamás camisas estampadas con chalecos de hombre con figuras (puntos, cuadros, rombos…). El rococó fue muy bonito pero ya estaba pasado de moda cuando estalló la Revolución Francesa. Y ya ha llovido.
  • Huir de los chalecos muy holgados. Los chalecos deben ir ajustados al cuerpo, marcando la silueta. Es por eso que no es una prenda muy aconsejable para personas con problemas de sobrepeso.
  • Cuantos menos botones lleve un chaleco, más informal resulta. Por el contrario, los de más botones son adecuados para ocasiones en los que se requiere una cierta formalidad.
  • Si te gusta llevar tu chaleco completamente desabotonado, cómpralo de 3 botones o menos. Los que tienen un número superior quedan fatal abiertos.

Tipos de chaleco según el tipo de hombre

Los chalecos de hombre son unas de las prendas que pueden dejar una mayor impronta en la personalidad de quien los lleva, por lo que debes pensar cuál es tu estilo antes de comprar uno. Estos son, en líneas generales, los tipos de chalecos de hombre que podrás elegir.

Chaleco acolchado hombre

El chaleco más adecuado para el hombre práctico por su gran comodidad. Muy adecuados para el otoño, puedes llevarlos con mucho estilo con una camisa debajo. Para el invierno puedes mantenerlos con un abrigo encima.

La gran ventaja de este tipo de chalecos es su funcionalidad, proporcionando el calor justo y siendo muy fáciles de guardar al no arrugarse.

Chaleco de vestir de hombre

Para hombres formales y clásicos, amantes de la sofisticación y de la elegancia, que aún quedan muchos. Si los combinas con trajes clásicos o de sport conseguirás una presencia dinámica, sugerente y muy actual. Tanto ahora como hace 200 años, el traje de tres piezas es la mejor carta de presentación de cualquier auténtico gentleman. Y si lo acompañas de un reloj de bolsillo, tu look subirá enteros en el plano sexy.

Chaleco vaquero de hombre

Para hombres juveniles y rebeldes amantes de las motos y el rock. No es necesario que te recorras el país en una Harley Davidson como en “Easy Rider”, pero ese es el espíritu.

Puedes combinarlos de diferentes maneras, pero siempre les queda bien unos vaqueros y unas camisas blancas, desabotonadas con las mangas recogidas, o unas camisetas sin mangas. Algunos detalles de cadenas y ya puedes ir poniendo “Born to be wild” en el radiocassette. Bueno, en el iPod.

 

Ya ves que hay chalecos de hombre que se adaptan a todos los gustos y necesidades. Estas prendas llevan casi mil años acompañando a la moda masculina, y todo parece indicar que seguirán, al menos, otros mil más. Cuando algo funciona es absurdo dejarlo de lado.