En 2008 se inició una polémica en España durante el verano, uno de estos temas triviales de los que hablan los medios de comunicación cuando la actualidad informativa no da para mucho más. Y el tema no era otro que acudir al Congreso de los Diputados sin corbata.
En ese momento, el ministro, Miguel Sebastián, solía ir a los plenos ataviado con un traje sin corbata para promover el ahorro de energía, encendiendo menos el aire acondicionado. Pero José Bono, presidente de la cámara baja, le afeaba este gesto.
Años más tarde, los trajes sin corbatas son un look muy común que incluso se han naturalizado de forma total. De hecho, en una cumbre del G7 el pasado año, todos los asistentes (los principales mandatarios del mundo) posaron sin este accesorio.
Dicho esto, ¿estamos ante la caída definitiva de la corbata? Ni mucho menos, aunque lo que sí es evidente es que ya no hay que asociar de manera inseparable vestir de manera elegante con usar corbata.
La tendencia de llevar traje sin corbata
Ir sin corbata es una opción que gana enteros en muchos ambientes. Desde la política al más alto nivel, como hemos comprobado en repetidas ocasiones, hasta eventos familiares y sociales de todo tipo.
La tendencia se populariza cada vez más porque es una forma diferente de mostrarse elegante. No hay que olvidar que tradicionalmente las vestimentas formales se han asociado a usar traje de chaqueta o piezas más exclusivas junto con camisas que incluyen cuello italiano, inglés o americano.
Fuera de estas prendas, la corbata no luce tan bien. Esta realidad la han explotado muchos diseñadores y muchos aficionados a la moda para sacar partido con otros looks. Igualmente, ir sin corbata permite, por ejemplo, desabrochar un poco la camisa y dirigir la mirada hacia parte del pecho, o bien abandonar la camisa para usar un jersey de cuello alto.
Cuándo es mejor ir sin corbata
En realidad, no hay duda, es elegante llevar traje sin corbata, pero hay que saber acertar con el momento. En los entornos laborales va a depender del tipo de empresa y su dress code. Las más tradicionales no suelen ver con buenos ojos el hecho de desprenderse de la corbata, pero otras sí permiten más libertad y son bienvenidos los outfits más relajados.
Algo parecido sucede con los eventos festivos. En las bodas no suele ser buena idea olvidarse de la corbata, y ocurre lo mismo en eventos con una etiqueta de cóctel muy marcada o en actos académicos.
Por otra parte, los trajes sin corbatas son más convenientes en citas o encuentros de noche, donde la formalidad se abandona un poco. Eso sí, deberás conocer bien el código de vestuario si existe y analizar con detenimiento cuál es la mejor opción para encajar bien en ese acto.
Cómo llevar un traje sin corbata
Si finalmente decides usar tu traje sin corbata, asegúrate de que tomas esta elección como una decisión de estilo y no como una medida para evitar el calor o como un descuido. A partir de ahí, las recomendaciones a seguir son las siguientes:
- El ajuste del traje. Si no hay corbata, el traje debe ir ajustado a la perfección, ni muy entallado ni muy suelto.
- Colores más divertidos. La corbata habitualmente aporta ese toque de color que le falta a los trajes clásicos (azul marino, gris, negro). Por eso, cuando no la usas, puedes optar por tonos un poco diferentes: verde menta, burdeos, petróleo.
- La camisa, perfecta. Plancha bien tu camisa para que te quede ideal, que no tenga ninguna arruga y el cuello quede en el lugar correcto.
- Desabrocha únicamente dos botones. Sin corbata no es recomendable llevar la camisa abotonada por completo. Pero eso sí, no te excedas en mostrar piel. Lo mejor es abrir solo dos botones.
- Otros accesorios. Finalmente, si vas sin corbata, desvía el interés hacia otros accesorios como un pañuelo, un pin de corbata o una pequeña cadena en el cuello.
Con un traje sin corbata ofrecemos una actitud más fresca y moderna. Es un mensaje de ruptura frente a la rigidez tradicional que imponen ciertos sectores de la moda. Eso sí, estudia bien cuándo optar por esta fórmula y, sobre todo, haz uso de ella mostrando mucha seguridad en ti mismo.